Los conductores de trimóviles exigen al actual alcalde José Luis Villavicencio el cumplimiento de su promesa de campaña política, o sea anular todas las papeletas de los vehículos menores.
Como sabemos Villavicencio hasta ahora no ha cumplido con dicha promesa, como tampoco muchas otras.
Sin embargo, si nos enfocamos a este específico caso, existen normativas que limitan y en muchos casos prohíben la anulación de papeletas.
Curiosamente, Villavicencio nunca mencionó esto en campaña, por supuesto que le hubiera arrestado votos en contra.
Como es usual para todos los políticos, por lo general tienden a lanzar promesas a diestra y siniestra y con el objetivo de obtener votos.
Posteriormente si ganan, verán si cumple o no esas promesas. Pero ya hemos visto con la experiencia de esta gestión actual, que si no cumplen sus promesas, simplemente no pasa nada.
Teófilo Loarte, gerente de Transportes de la comuna provincial, aclaró que existe un procedimiento para anular las papeletas basado en la Ley N°27444.
Es importante tener en claro que no se puede hacer condonación de papeletas, sin embargo, cada caso se debe de analizar independientemente.
Asimismo, muchas de estas papeletas son por faltas como pasarse una luz roja o el manejar bajo los efectos del alcohol.
Las cuales su anulación es inviable por la responsabilidad y gravedad que conlleva; sin embargo, en el caso de revisión técnica, si es más viable siempre y cuando sea dentro del distrito de Huánuco.
Como sabemos, actualmente hay algunos candidatos que están ofreciendo lo mismo, el anular las papeletas de tránsito. Sería interesante que sustenten cómo piensan hacerlo en el caso de que se pueda.
Algunos candidatos inclusive están ofreciendo la continuación de los paraderos informales a los colectiveros y combis, a cambio de la promesa de votos. Penosamente, para algunos, solo importa llegar al poder, llenarse los bolsillos y poco o nada les interesa el caos de transporte, informalidad, suciedad, inseguridad, y todos los problemas que presenta la ciudad.
Desgraciadamente, un gran sector de la población está acostumbrada a la palabrería barata y al populismo.