Como en todos los puntos del país, en la capital ucraniana, Kiev, las primeras explosiones de tropas rusas iniciaron su ataque en la madrugada del jueves. Miles de personas salieron a las calles para seguir en sus celulares la noticia de una ofensiva e invasión al país ordenada por el presidente ruso, Vladimir Putin.
El centro de la capital ucraniana, estaba desierto y no se veían aviones militares volando durante el día, pero se podía sentir una sensación de pánico y psicosis, especialmente en las estaciones de tren y autobús.
Esperaban, sin nisiquiera haber conseguido billete, un tren que les llevase a Lviv, una ciudad del oeste, desde la que pretendían dar el salto a Polonia.
Las paradas de autobús también son momentos tensos, ya que muchas personas no pueden conseguir boletos. Vlad, de 28 años, abrazó con ternura a su hijo Danya, de dos años, y se lo entregó a su esposa Tatiana, de 26, quien espera su oportunidad para sacudirse la incertidumbre de la capital y emprender rumbo al oeste.
Sasha, una psicóloga de 22 años, también planea irse de la ciudad. Tomó el metro en la estación Merdeka, tirando de una maleta con ruedas, encima de la cual, un vagón con su gato Gosha. Salía de Kiev hacia la pequeña ciudad de Khmelnytsky, a unos 350 kilómetros al oeste. Cuando aún estaba oscuro, las calles estaban llenas de tráfico. Los autos con familiares salen de la ciudad y se dirigen al oeste o al campo lejos de la frontera rusa, una distancia de 400 kilómetros.
A las 5 de la mañana de este jueves, un proyectil impactó contra una valla publicitaria en la calle Vasilkovskaya, a unos 8 kilómetros del centro de la ciudad, frente a un edificio de ladrillo que alberga un pequeño cine y una empresa de abastecimiento de agua. No hubo heridos por el impacto, pero el ruido sí elevó la zona cercana. La zona está acordonada desde la madrugada, mientras soldados y policías recogen los restos de metralla que parece estar esparcida a decenas de metros a la redonda. Los agentes los apilaron en el camión.
Uno de los soldados, Taras, explicó que el impacto se debió a un proyectil disparado por un avión militar ruso. El uniformado mostró en sus manos fragmentos de metal encontrados en el suelo que parecieron derramarse sobre el vidrio. No hay confirmación oficial de que el daño haya sido causado por aviones de combate rusos.
