De acuerdo a un ensayo clínico, las dosis adicionales de las vacunas de Pfizer, Moderna y Janssen son seguras y provocan respuesta inmunitaria, lo que indica es que sugiere “fuertemente” que los preparados de refuerzo aumentan la eficacia protectora contra la infección sintomática por la COVID-19.
Los estudios fueron realizaron por el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (Niaid) de Estados Unidos y publicados en la revista The New England Journal of Medicine.
Describen el seguimiento de 458 adultos que habían sido vacunados con la pauta completa con cualquiera de los tres preparados al menos doce semanas antes de la inscripción y que no tenían antecedentes de infección.
En el momento de sumarse al ensayo, se administró una única dosis de refuerzo a cada participante: 150 recibieron la vacuna de Janssen/Johnson & Johnson, 154 la de Moderna y 154 la de Pfizer/BioNTech. Algunos recibieron pauta heteróloga y otros homóloga.
Los voluntarios del ensayo llevaron un diario de los efectos secundarios; más de la mitad de ellos declararon dolor de cabeza, dolor en el lugar de la inyección, dolores musculares y malestar.
Según un comunicado de los Institutos Nacionales estadounidenses de Salud, a los que pertenece Niaid, no se notificaron efectos adversos graves relacionados con la vacuna.
Todas las combinaciones dieron lugar a un aumento de los niveles de anticuerpos neutralizantes -oscilaron entre 4,2 y 76 veces más que los detectados antes del refuerzo-.
Dato: Para cada tipo de vacuna, la dosis de refuerzo heteróloga provocó respuestas de anticuerpos similares o superiores en comparación con las respuestas a un refuerzo homólogo, con el mismo preparado.